Los artistas impresionistas del siglo XIX que empuñaban pinceles estaban locos por las flores y los jardines, y era bueno. Con pinceladas fluidas y una textura densamente pintada, Van Gogh hizo inmortales a sus girasoles; con un movimiento armonioso de color, contraste y forma, Monet hizo de su estanque de nenúfares una celebridad. Tomó su genio, vidas de práctica y navegar el tumulto de sus sentidos, pero estos extraordinarios artistas tomaron lo que vieron y sintieron en los pétalos y las hojas y transfirieron sus impresiones a lienzos llenos de belleza, estado de ánimo y significado. Por suerte, vidente del siglo XXI y amante de la belleza, tienes Impresso Pro. Con la misma atención perdurable a los detalles, la luz, el color y la textura, Impresso transforma sus fotos en obras maestras impresionistas con múltiples texturas y llenas de trazos. ¡Y a los ojos entusiastas les encantará cómo Impresso mantiene el equilibrio de su pieza! El resultado: pinturas cautivadoras, dignas de ser impresas, llenas de pasión, vida y belleza.